Bordieu
nos habla de las posiciones dentro del campo cultural. Los dos ejes que
articulan el campo son el económico y el cultural. Podría considerarse que el
canon se refiere a una posición positiva en ambos ejes con prevalencia al
económico. La posición dentro del campo no sólo se refiere a los agentes que se
encuentran dentro de ella; también a los objetos, obras, los cuales entran en
relación con lo agentes y forma parte de su habitus.
En
México, en estos últimos años, la obra Roberto Bolaño se encuentra en el centro
del canon. Primero porque hace no más de un año que fue el décimo aniversario
luctuoso y el sesenta de natalicio del chileno, y se prestó la suficiente
atención a ello para la organización de diferentes congresos (El Bolaño
60/10, El Estrella Distante). Segundo porque su obra está editada
por Anagrama, en la Colección Compactos y en la Narrativas hispánicas, y se vende bastante
bien. Tercero porque se ha creado un mito alrededor de él, o como muchos dicen
es un rockstar. Existen otras razones
por la que Bolaño se encuentra al centro del canon hoy en día. (No me estoy
refiriendo a cuando él todavía publicaba, sino a como su obra ha sido situada,
y sin embargo parece que las razones por la que su obra se mantiene al canon
son exteriores a la obra misma.) Está al centro del canon porque mucha gente lo
lee. No es un objeto de culto de círculos restringidos, tampoco algo de lo que
sólo se ocupen los especialistas. La publicación póstuma de escritos suyos nos
habla del interés que se tiene por este escritor.
La
posición de los personajes de Bolaño ante el campo cultural es el de la marginalidad.
Los real visceralistas se situaban al margen del establishment cultural,
y desde esta posición lo trataban de desestabilizar. La vanguardia en general lo
que llevo a cabo; al llevar el arte a la vida quitaron el estatus de campo
protegido y cerrado que el arte había logrado en los últimos años. Carlos Wieder (protagonista de Estrella Distante)
siempre toma postura no sólo respecto al campo cultural sino también respecto a
la situación política.
Al
igual que sus personajes, Bolaño de joven también se situó al margen. Sus
trabajos y sus aficiones no eran las de un “intelectual”. No fue embajador, ni
obtuvo un cargo político. Trabaja en bisuterías y campings. Leía ciencia
ficción y veía cine gore.
La publicación casi subterránea
de sus primeros años nos muestra que pertenecía a un nivel económico bajo. Su
postura política también influyó en ello. Nunca pudo considerarse miembro de un
partido porque le parecía
dogmático. En una entrevista dijo que no le
convenció el casi dogmatismo del partido comunista y por eso se consideraba
trotskista y al ver lo mismo en los trotskistas se cambió al anarquismo, sin
embargo el llegar a España y a ver a tantos dejó de tomar una postura fija. Su
cambiante posición hizo que no tomara una posición definida. Lo único en apariencia
definitivo era llevar la contraria.
Pero
esto cambió con la publicación
de La literatura nazi
en América
en la editorial Seix Barral,
y luego cuando obtuvo el Premio Herralde y el Rómulo Gallegos por su novela Los
detectives salvajes publicada por Anagrama en 1998. Su figura se
volvió cada vez más
central y casi de manera radical luego de su muerte. Como dijo un profesor lo
bueno de Bolaño es que ya se murió y así la crítica lo puede fijar.
Cobas
Carral y Verónica Garibotto nos hablan de la posición en el campo cultural de
la vanguardia y de los personajes de Los detectives salvajes. El
proyecto poético de los real visceralistas de los años 20 y de los 70 su situó al margen del canon,
fuera de la industria editorial. Ante el fracaso de cambiar la poesía latinoamericana
y de desestabilizar el sistema literario, uno de los personajes, Arturo Belano,
alter ego del autor, toma una postura “ética alternativa frente a las practicas
del mercado editorial globalizado” (178). Se sitúa dentro del campo editorial y
cultural para subvertir sus códigos. Bolaño es consciente de la mercantilización
de la literatura y que ésta es un trampolín para escalar peldaños sociales.
Situar
a Bolaño al centro del canon actualmente abre preguntas que son necesarias de
responder. Si sus personajes tratan de subvertir los códigos del campo
cultural, ¿el mismo Bolaño como novelista lo trató de hacer?, ¿cómo llevó esto
a cabo? ¿Situarlo al centro del canon actualmente hace que su literatura deje
de ser subversiva para el campo cultural y para el mismo sistema literario?, si
no es así, ¿su literatura desde el centro lleva a cabo no sólo la apertura y el
reacomodo de lo que es el sistema literario y de paso el campo cultural?